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El cineasta y crítico Peter Watkins acuñó el concepto de «Monoforma» como término simplificado del modelo narrativo institucional, aquel que predomina imparable, sostenido y potenciado por el imperialismo económico y cultural estadounidense y occidental. Si extrapolamos esta idea a un estamento superior, de naturaleza meramente política, y son tomados los medios de comunicación como clase acumulativa de poder, podemos observar su papel principal en la integración hacia un imaginario colectivo universal: verdad y mentira, posverdad o fake, es decir, comunicación como no comunicación. La «Monoforma», tal como dice Watkins, informa y deforma todo adueñándose desde las entrañas del Sistema Único incluso de aquello que aparenta enfrentársele o presentarse como alternativa.

De este modo, el lenguaje, asumiendo la hipótesis de Burroughs, actúa como un virus infectándolo todo, y nosotros, resultamos sujetos contaminados, manipulados y transformados por los procesos de contagio, condicionando cualquier actividad humana, y por ende política, en contra del sistema establecido. Así, los medios de comunicación son los responsables de un modelo informativo hegemónico que responde ante la lógica del mercado neocapitalista liberal imperante: un totalitarismo de apariencia invisible.
Señalar a los medios de comunicación como responsables de la homogenización del lenguaje, y en consecuencia, de la estructura social como arma de control, se nos hace una necesidad desde nuestro prisma artístico, reproduciendo y mostrando sin concesiones su proceder absolutista bajo cualquier herramienta tecnológica. Críticos a la falta de libertad empañada por aquello que no se nos muestra pero ocurre inapelable.

mutus.exe es una pieza virtual que toma la forma clásica del conflicto: introducción, nudo y desenlace. El icono de un conejo sonriente les dará la bienvenida CLICK HERE ¿Cómo el sistema más avanzado de la historia va a querer nada malo para ustedes sus ciudadanos? Bajo esa apariencia inocente se esconden multitud de pantallas informáticas que se irán abriendo —y extendiendo— aleatoriamente a la vez que podemos oír reproduciéndose de forma simultánea un audio de ocho pistas con diferentes voces en distintos idiomas que repiten una y otra vez los elementos básicos de la comunicación, a los que hemos añadido por relación hegemónica otros tres conceptos, y que a su vez, estamos observando de forma textual dentro de cada una de estas ventanas anónimas: EMISOR, RECEPTOR, CANAL, MENSAJE, DEMOCRACIA, FASCISMO Y LENGUAJE. Ante este virus informático de procedencia desconocida no se preocupen, el sistema, nosotros en este caso como creadores, tenemos preparada una herramienta informática de ayuda para explicarles qué está ocurriendo. No teman en comunicarse con él. Aunque pronto descubrirán que nuestra apacible herramienta no es más que otro truco, esta vez desvelado —sin censura— de su ideología fascista; que en vez de ayudarnos, lo que intenta es domesticarnos, a través de mensajes racistas, homófobos, xenófobos, etc. Dejándonos en un limbo de opresión en el que ustedes deberán elegir cuándo salir.