¿Hay algo que nunca te has atrevido a escribir públicamente? ¿Hay palabras no dichas retumbando en las paredes de tu cerebro? ¿Cómo te sientes en este instante? ¿Qué estás pensando? ¿Quién serías si dejases de ser tú por unos minutos?

Visualízalo.
Ahora.
Todo.

Y cuando tu imaginación se vuelva real, tendrás Pandora: un lugar donde viajar de lo individual a lo colectivo; donde lo íntimo se vuelve público, pero lo público no tiene rastro; donde las caras no son reales, aunque puedas verlas; donde la máquina se vuelve máscara; donde el mundo privado es ahora visible por otrxs. Pero, ¿qué es Pandora?

Pandora es una página web: un recurso donde poder acceder desde el anonimato a un banco de lo íntimo. Es una caja digital que contiene todos los males del mundo. Pero, también: todo lo contrario, lo de más acá y lo de más allá. No hay censura. No hay consecuencias. No hay tabúes. Si decides entrar en Pandora, se te asigna un perfil automático y se abre ante ti un cuadro de diálogo como espacio de fuga donde entra absolutamente todo, donde se puede escribir aquello que nunca dijiste, aquello que necesitas repetir, aquello que no sabes qué es, pero que late pulsando dentro intensamente. También lo intrascendente o lo superfluo. Todo es válido. Y todo vale.

Pandora somos tod*s.